El merengue es ideal para conseguir diferentes resultados en la repostería, ya sea para coberturas de tortas o pasteles, como para preparación de mouses, espumillas, suspiros, souflés y muchas preparaciones más.

Conoce los tres tipos de merengue o turrón, como también se le conoce, para aplicarlos a la receta que más te guste:

El merengue básico (o francés), el merengue italiano y el merengue suizo, son los tres tipos de merengue que se elaboran en repostería. Como sabemos, los ingredientes básicos del merengue son la clara de huevo y el azúcar (preferiblemente azúcar glass), las claras se montan a mano o con la batidora eléctrica hasta que adopta una textura esponjosa y con cuerpo. Además se pueden aromatizar con distintos componentes, vainilla, canela, limón, etc.

  • Merengue francés o merengue: Es el merengue básico, se realiza batiendo las claras y añadiéndole el azúcar. A las pocas horas de montarse se baja.
  • Merengue italiano: Para realizarlo se utiliza almíbar a punto de bola, en vez de azúcar, necesitándose 30 gramos de azúcar por clara. Se mezcla con las claras batidas, agregándolo en forma de hilo mientras todavía está caliente, con esto logramos que estas se cocinen un poco y que se mantenga firme durante bastante más tiempo que el anterior. El resultado final es algo más duro que el merengue francés y brillante. Dura varios días sin bajarse. Es el más indicado para mouses, souflés u otras preparaciones aireadas.
  • Merengue suizo: Este merengue se realiza batiendo las claras con el azúcar en un recipiente al baño maría, No debe superar los 50-60º C, durante unos diez minutos. Se logra un merengue más firme que los anteriores y brillante. Habitual en el relleno de tartas o frutas.

 

 

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