Por: Nancy Chang

Para Cocina y Gastronomía

 

Como bien dice Andrew Zimmern en repetidas ocasiones “En un restaurante donde hay fila de espera, seguramente se come bien”, y justo este fue el caso de Shorty´s cuando llegué por primera vez.

Hace un año y meses atrás tuve la oportunidad de mudarme a vivir a Miami Fl., exactamente viví en South Miami por unos meses y mientras iba conociendo intrínsecamente la ciudad, me dediqué a pedir recomendaciones de lugares que no debería perderme en el condado; fue así cuando una prima me mencionó que debía probar las famosas baby back ribs de Shorty´s, y aunque no soy ultra fan de las costillas, la forma en que se refirió al lugar me llamó la atención.

Cuando vi el lugar por fuera, noté que ya había pasado frente al mismo varias veces, sin embargo nunca me había llamado la atención más que por las largas filas de personas que se hacen por las noches en la puerta, así es que fuimos una noche a cenar, hicimos la respectiva fila o cola de espera y en pocos minutos ya estábamos adentro -no demoraron mucho en asignarnos lugar-. Mi primera impresión fue la de un lugar informal y familiar para ir a cenar, el look de cabaña y mesas de picnic que caracterizan el lugar siguen vigentes a la fecha. Debo admitir que el aroma en el lugar se podía saborear desde fuera, el ahumado de las costillas me hacía derretirme del antojo por probarlas, así que pedí unas para probar… indudablemente las mejores que he comido a la fecha; el aspecto era rosado, como de carne “cruda”, sin embargo hay varios carteles en el restaurante que indican que las costillas permanecen rosadas por el proceso de cocimiento ahumado que lleva, no porque permanezcan crudas al momento de comerlas.

La experiencia en el lugar fue muy cordial, el servicio de la persona que nos atendió fue muy amigable, las mesas solo tenían un rollo de papel de cocina para limpiarte las manos constantemente, ya que no hay cubiertos en el lugar -a menos que los pidas- para darle un look más informal y descomplicado al momento de comer.

No puedo dejar de mencionar el “Pulled Pork Sandwich” que pidió mi esposo, ni las alitas de pollo que pedimos para picar, en definitiva, estuvo tan delicioso que a la fecha sigue siendo memorable.  Al cabo de las semanas tuvimos visitas de nuestro país de origen,  y no dudamos en llevarlas a cenar a Shorty´s, y por supuesto quedaron satisfechos con el lugar y el sabor, pero sobre todo, porque si vas con niños, se sentirán muy cómodos y no molestarán a la persona que está comiendo a la par, pues el lugar es tan informal que nadie lo notará.

Por si cabe la duda, nunca hago reviews de restaurantes de cadena o franquicia, ni me importa si el lugar tiene medallas o estrellas que lucir.  Shorty´s es un restaurante independiente de tradición familiar ubicado en South Miami que merece la pena probar. Cuenta la historia que E.L. “Shorty” Allen se mudó de Giorgia y en 1951 fundó en South Miami el primer restaurante tipo cabaña, con piso de concreto, mesas y bancas de madera para conservar un estilo familiar y campestre de picnic, -tal cuál continúa hoy en día-. En 1972 el restaurante se incendió, tomó dos años para que Shorty lo volviera a levantar. En 1992, el huracán Andrew devastó el lugar, pero no tomó mucho tiempo en reabrir sus puertas y continuar con el mismo servicio y concepto de hace más de 60 años atrás, tal cual se mantiene hoy en día.

 

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